Las palabras son la cura del corazón,
son lo necesario para sanar de la melancolía.
Los verbos conjugan mi vida incierta y
el cielo aclara mis ideas de falsas ilusiones.
Todo,
no es nada cuando no suelo atreverme,
Y nada,
es todo cuando se trata de tí.
Solo es que te quiero,
pero me enredo y no falta mas de un segundo para aclarar lo que siento,
pero en instancias entre espinas me pierdo,
y no regreso hasta saber que nada absolutamente nada fue cierto.
Nada es nuevo estos primeros días,
solo las palabras que emanan como escupitajos,
el sabor amargo del miedo que aún radica en mi vida,
y el olor de tu piel en mi dormir.
Todo es mas difícil,
solicito ayuda, alguien que me socorra,
alguien con quien enviar mi mensaje,
este ahogo de amor,
que detiene mi respiración,
¡ayuda! para este hombre que ha sido seducido por las sombras y la muerte
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